El delantero uruguayo Luis Suárez criticó este viernes a los directivos del Barcelona, su antiguo club, y aseguró que no le «gritaría un gol» al equipo azulgrana si le marca alguno, pero afirmó que señalaría a los que considera responsables de su salida.
«Llevaba seis años en el Barcelona y nunca tuve un problema, lo contrario. Hace tres años que vengo diciendo que el Barcelona necesita un ‘9’ joven para ir adaptándose. Nunca trajeron a alguien que me pudiera competir, siempre estuve a la altura de lo que necesitaba el club», dijo el delantero del Atlético de Madrid al canal ESPN.
«El respeto que me había ganado dentro de la cancha me lo merecía antes de enterarme por la prensa. Que venga un entrenador diciendo que no cuenta conmigo cuando ya la directiva dijo que iba a haber cambio de jugadores te genera dudas de si fue el entrenador o la directiva», añadió.
El goleador dijo que «ni loco» hubiera fichado por el Real Madrid y que, en caso de hacerle un gol al equipo catalán, no lo gritaría.
«Pero señalaría a alguna parte», indicó.
También sugirió que su «gran relación» con Lionel Messi pudo haber influido en la determinación de declararlo prescindible.
«Nos buscábamos constantemente, pero por el bien del equipo. Capaz querían que juegue con más compañeros. Eso puede ser algo que tenga que ver. No le encuentro ningún motivo de que quieran separarnos porque nos llevábamos bien dentro de la cancha», analizó.
El uruguayo dijo que Messi vivió un momento «difícil» y «complicado» cuando anunció su intención de dejar el Barcelona y que el club debería haber respetado su deseo de cambiar de equipo.
También opinó sobre su nuevo entrenador en el Atlético de Madrid, el argentino Diego Simeone, y afirmó que no le «sorprendió para nada» su forma de trabajar porque ya sabía qué clase de técnico es.
«Es muy estricto, trabajaba mucho la parte táctica. Encontré un grupo humano muy bueno, con muchísimas ganas y mucha ambición, con ganas de crecer y ganar cosas», manifestó.