Una valiente niña de la comunidad nativa ashaninka se ha recuperado milagrosamente después de sufrir quemaduras en el 85% de su cuerpo. Este impactante testimonio de superación fue posible gracias a la dedicación de los especialistas del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) San Borja, quienes realizaron un total de 36 cirugías.
Roxanita P.Ch., que tenía tan solo 11 años en ese momento, sufrió estas graves quemaduras durante un accidente automovilístico en julio de 2021, en la vía Satipo-Atalaya, región Ucayali. El 25 de julio de ese mismo año, fue trasladada al INSN San Borja debido a la gravedad de su situación y fue ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos de Quemados, donde permaneció hasta el 12 de octubre.
La doctora Leyla Meléndez, cirujana plástica, lideró un equipo multidisciplinario de especialistas en quemaduras que trabajó incansablemente para salvar la vida de Roxana y devolverle la esperanza. Meléndez destacó la tenacidad de la niña y la importancia de la medicina en su recuperación.
Este emotivo logro se destaca en el Día de la Medicina Peruana, celebrado el 5 de octubre, como un ejemplo de dedicación y profesionalismo por parte del personal de salud del INSN San Borja. Durante seis meses, utilizaron una amplia gama de herramientas, insumos y técnicas avanzadas para tratar a un niño con quemaduras graves.
El tratamiento incluyó el uso de plaquetas, injertos de piel de porcino y piel humana de cadáver, así como la técnica Meek, que permite una mayor expansión de piel y cirugías. Además, se emplearon dispositivos de alta tecnología como la Hidrocirugía a través del sistema Versajet, que permite una limpieza quirúrgica más precisa en quemaduras de segundo grado. Todo esto fue posible gracias al apoyo del Seguro Integral de Salud (SIS) y se complementó con Medicina Física y apoyo emocional.
Roxana, una verdadera heroína, fue dada de alta el 29 de diciembre de 2021. Sin embargo, recientemente regresó al INSN San Borja para someterse a dos cirugías reconstructivas debido a las secuelas de las quemaduras. Su historia es un testimonio inspirador de perseverancia y resiliencia.»