Una denuncia por la regidora de Chiguata, Soreli Benavente, quien alertó sobre un atentado contra la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Según Benavente, maquinaria pesada específicamente una oruga, que ha causado daños irreparables en más de cinco kilómetros de esta área natural protegida. La regidora expresó su preocupación por el impacto ambiental.
El daño se ha producido a la altura de la carretera 34C, en una zona conocida como «Las Emes», cerca de la quebrada de Toco. En esta área se han destruido especies protegidas como los Queñuales, la Tola, Capo Blanco, Capo Colorado y Cactáceas. Benavente destacó que la destrucción de estos ecosistemas es irreversible y criticó la falta de justificación administrativa para la intervención. Según la regidora, no existe ningún expediente ni ficha técnica que respalde la autorización de la maquinaria, lo que deja claro que no hubo un proceso transparente para llevar a cabo esta actividad.
Por su parte, en la última sesión de consejo la alcaldesa de Chiguata confirmó que la maquinaria utilizada pertenece a la municipalidad provincial, pero no proporcionó detalles sobre cómo se autorizó su ingreso a la reserva. Se sabe que la intervención tiene como objetivo acceder a las captaciones de agua de Samanilla, que cuentan con una licencia privada. Sin embargo, el daño causado a la biodiversidad de la reserva es considerable, con más de tres mil plantas de Queñuales afectadas, lo que pone en peligro el equilibrio ecológico de la zona.
SERFOR
Según la regidora Soreli Benavente, Serfor (Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre) ya ha sido notificado sobre la destrucción de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca y ha inspeccionado el área junto con un guardabosque. “Posteriormente hemos ido con la regidora Aide Cabana. El día que ha ido SERFOR ya no ha encontrado la maquinaria” manifestó.