Cada año, entre junio y septiembre, Arequipa se convierte en un inesperado punto de descanso para una de las aves marinas más pequeñas del mundo, la golondrina de la tempestad del collar. Hasta el momento, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) ha reportado 29 ejemplares hallados en zonas urbanas de la ciudad, lo que marca el inicio de la temporada de presencia y rescate de esta singular especie.
Estas aves migratorias, que podrían anidar en los Andes peruanos aunque aún no se sabe con certeza, bajan desde las alturas hacia el mar guiadas por la luz de la luna. Sin embargo, la creciente contaminación lumínica en las ciudades interfiere en su navegación natural. Como resultado, muchas terminan agotadas y desorientadas, cayendo en patios, calles, parques o incluso dentro de viviendas e instituciones.
Frente a este fenómeno, SERFOR ha activado su red de atención desde su sede en Arequipa, brindando cuidados inmediatos a las aves rescatadas. Los especialistas hidratan, alimentan y rehabilitan a los ejemplares, antes de liberarlos en playas de la provincia de Islay, asegurando que puedan continuar su viaje en condiciones óptimas. Desde 2020, se han logrado recuperar y liberar con éxito más de 400 individuos.
No alimentarlas
Se recomienda a la ciudadanía no confundir estas golondrinas con palomas u otras aves comunes. Su aspecto característico incluye un orificio nasal en forma de tubo y patas palmeadas, similares a las de un ave marina. Si alguien encuentra una, debe manipularla con cuidado usando guantes o un paño, colocarla en una caja ventilada con base suave y evitar alimentarla, ya que su dieta es especializada.
Para entregarlas, pueden acudir a la oficina de SERFOR en la Cooperativa Universitaria D12, Arequipa, o comunicarse al 958 010 065 o 917 823 243. La participación ciudadana es clave para garantizar que estas pequeñas viajeras encuentren nuevamente su camino hacia el mar.
