Un docente del penal de varones de Socabaya, intervenido el 7 de noviembre tras intentar ingresar 55 chips escondidos en un reloj de mano, enfrentará una nueva audiencia de prisión preventiva. La Segunda Sala Penal de Apelaciones declaró nula la resolución que le otorgó comparecencia con restricciones y ordenó revisar el caso desde cero.
La apelación presentada por la fiscal de flagrancia Myrna Nathalie Corzo Carbajal fue declarada fundada. Durante la audiencia, el equipo de Flagrancia Delictiva, encabezado por el fiscal superior Roberto Reynaldi Roman y la fiscal adjunta Katerine Salazar Calderón, sostuvo que la decisión inicial del juzgado se basó en una tipificación errónea del delito, lo que debilitó el análisis de los riesgos procesales.
Ahora, un nuevo juez evaluará el pedido de nueve meses de prisión preventiva contra un varón de 60 años, investigado por el presunto delito de ingreso indebido de materiales o componentes destinados a equipos de comunicación en centros de reclusión. La revisión se hará considerando el tipo penal planteado por el Ministerio Público.
Según la investigación, el docente, que labora en el INPE desde 2001, sabía que los chips estaban prohibidos en el penal y aun así intentó pasarlos. Estos dispositivos permiten comunicaciones telefónicas e incluso acceso a internet desde el interior del establecimiento. Para la Fiscalía, su detención preventiva garantizaría que continúe el proceso y se esclarezca el destino de los 55 chips incautados.
