Las comunidades de La Unión están sufriendo graves consecuencias a raíz de las fuertes precipitaciones en la parte alta de la región. Según el gerente Regional de Agricultura, Abel Calderón, la provincia se encuentra en medio de una crisis debido a los estragos del Fenómeno del Niño y el cambio climático. «Estamos en una situación crítica. La temperatura ha aumentado como resultado de nuestras acciones pasadas», expresó Calderón.
Los distritos de Tomepampa y Alca son los más afectados hasta el momento, con daños considerables reportados. Se estima que alrededor de 50 hectáreas de cultivos han sido afectadas. Especialmente aquellos destinados a la agricultura de subsistencia, vital para el abastecimiento de alimentos locales durante todo el año.
La gerencia de agricultura supervisa aproximadamente 124 mil hectáreas de tierras de cultivo en la región. Se estima que el 20% ha sufrido daños, principalmente en la infraestructura de riego, incluyendo canales y bocatomas. Cerca de 7 mil hectáreas enfrentan problemas de riego y requieren mejoras urgentes en el sistema de distribución de agua para asegurar la continuidad de la producción agrícola.