El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) presentó los resultados del Censo Nacional de Vicuñas 2025, una evaluación que permitió actualizar la información sobre esta especie emblemática del Perú y fortalecer las estrategias de conservación en las zonas altoandinas. La jornada se realizó en coordinación con el SERNANP, gobiernos regionales y comunidades campesinas que participaron activamente en el conteo.
Según los datos oficiales, la región Arequipa encabezó el registro nacional con 73,201 vicuñas, de las cuales 43,201 se encuentran fuera y 30,000 dentro de Áreas Naturales Protegidas (ANP). Le siguieron Ayacucho con 66,121 ejemplares y Puno con más de 50,000. También se reportaron importantes poblaciones en Huancavelica (40,000), Apurímac (30,000) y Cusco (20,000). En la costa norte, Cajamarca y La Libertad registraron 1,475 y 1,232 vicuñas respectivamente, mientras que Ica contabilizó 398.
El monitoreo dentro de las siete Áreas Naturales Protegidas sumó más de 40,700 vicuñas, destacando espacios como la Reserva Nacional Pampa Galeras Bárbara D’Achille, Salinas y Aguada Blanca, Nor Yauyos Cochas, la Subcuenca del Cotahuasi, el Coto de Caza Sunchubamba, la Reserva Nacional de Junín y la Reserva Nacional Titicaca. Estos territorios continúan siendo refugios clave para la especie y laboratorios naturales para su manejo sostenible.
El director ejecutivo del SERFOR, Erasmo Otárola Acevedo, resaltó como novedad el descubrimiento de nuevas poblaciones de vicuñas en Áncash y Huánuco, donde también se registró el primer avistamiento de ocho cóndores andinos en el sector de Pucacocha, distrito de Queropalca (Lauricocha). “El censo nacional es una herramienta clave para conservar y aprovechar de forma sostenible esta especie. Gracias al trabajo conjunto con las comunidades altoandinas, reforzamos el monitoreo y la protección de nuestro patrimonio natural”, señaló.
En comparación con el censo de 2012, que contabilizó 208,899 vicuñas y tuvo a Puno como la región con mayor población, los nuevos resultados muestran cambios significativos en la distribución y crecimiento de las manadas. En Áncash, por ejemplo, la cifra pasó de 435 ejemplares en 2012 a 556 en 2025, incorporando nuevas áreas con presencia confirmada como Corongo y Cabana, lo que refleja el éxito de las acciones de conservación emprendidas durante la última década.



