Durante una fiesta realizada la noche del 6 de diciembre en un campamento minero de Cobrepampa, un trabajador fue agredido en dos oportunidades por otro integrante de la cuadrilla. Tras la primera pelea, ambos fueron separados y la reunión continuó sin mayores incidentes.
Sin embargo, en la madrugada del día siguiente, el agresor volvió a buscar al trabajador y lo golpeó nuevamente. La víctima quedó inconsciente, pero luego fue reanimada y trasladada por varios compañeros hasta su habitación para que descansara. Horas después, cerca de las 10 de la mañana, sus compañeros lo encontraron sin vida.
El caso fue comunicado a la policía por la tarde, lo que dio paso a una serie de diligencias dirigidas por la Fiscalía de Acarí, entre ellas la inspección técnica, la identificación del presunto agresor y el levantamiento del cuerpo para su necropsia. El sospechoso, cuyo nombre se mantiene reservado, fue detenido mientras avanzaban las investigaciones.
Con los primeros elementos recabados en menos de 24 horas, la fiscalía solicitó al Juzgado de Investigación Preparatoria de Acarí una detención preliminar por siete días, argumentando que aún faltaban resultados de exámenes toxicológicos, declaraciones clave y el informe final de necropsia. La solicitud fue aceptada por el juzgado.
