El Congreso de la República aprobó recientemente una reforma que restablece la detención preliminar en casos de no flagrancia, una medida que habían eliminado hace algún tiempo, a pesar de las advertencias del Ministerio Público sobre sus efectos negativos en la lucha contra la criminalidad. Tras esta rectificación, el decano del Colegio de Abogados de Arequipa, Jhon Mesías Romero, celebró la decisión, señalando que era una medida positiva para no restar herramientas al sistema judicial en su combate contra los delitos.
Sin embargo, Mesías Romero instó a la presidenta Dina Boluarte a promulgar con urgencia la ley, ya que la reforma aún debe ser publicada en el Diario Oficial El Peruano para entrar en vigor. Explicó que solo tras este paso, los jueces de todo el país podrán nuevamente ordenar detenciones preliminares en casos donde no haya flagrancia, siempre que existan «elementos razonables» que sugieran que la persona investigada cometió un delito y haya «indicios razonables» de riesgo de fuga o de obstaculización de la justicia.
Para el decano, el sistema de justicia se encuentra actualmente limitado en su capacidad para actuar, y la demora en la promulgación de esta ley deja a las autoridades «atadas de manos». En su opinión, la detención preliminar en casos de no flagrancia es una herramienta esencial para retirar a los delincuentes de las calles mientras se lleva a cabo la investigación, especialmente en casos de delitos graves y complejos. Enfatizó que la pronta respuesta del Ejecutivo es crucial para garantizar la eficacia del sistema judicial.
Detención preliminar
Por otro lado, Mesías Romero criticó la Ley N° 32181, aprobada recientemente, que había eliminado la detención preliminar sin flagrancia. Aunque la reforma tenía como objetivo inicial prohibir la detención preventiva de policías involucrados en incidentes durante el cumplimiento de sus funciones, también incluyó una disposición que eliminó esta figura para todos los casos. Según el decano, esta medida ha dificultado la lucha contra el crimen organizado y otros delitos graves como la corrupción y el narcotráfico.