Las fuertes lluvias han dejado aislados a varios pueblos de la provincia de La Unión, requiriendo urgentemente la intervención del Gobierno central para atender a la población afectada. Durante el fin de semana, localidades como Puyca, Alca y Tomepampa han soportado lluvias intensas, resultando en el colapso de viviendas y la incomunicación de numerosos sectores de la provincia. Se estima que más de 70 viviendas han quedado inhabilitables como consecuencia de los deslizamientos de tierra.
El presidente del Consejo Regional, Fernando Cornejo, ha hecho un llamado enfático a la ayuda del Gobierno central para acceder a las zonas afectadas por los deslizamientos. Durante una inspección realizada ayer junto a otras autoridades locales, Cornejo evidenció la gravedad de la situación. Describió escenas de desolación y desesperación entre los habitantes afectados. «La situación es crítica, la misma gente nos recibió llorando. Las vías están incomunicadas y las calles están llenas de lodo», señaló.
Daños
Los colegios y el centro de salud de Alca resultaron dañados e inundados. Mientras que la planta de tratamiento de agua potable se vio desbordada, dejando a la población sin acceso a agua potable. Los canales de riego también sufrieron daños, afectando la producción agrícola de la región. Las vías de acceso a los distritos de Puica y Alca se encuentran gravemente afectadas, obligando a los residentes a trasladarse a pie o mediante transbordos. Se estima que más de cinco mil personas están siendo afectadas por esta emergencia.
Ante esta grave situación, se está evaluando la posibilidad de declarar en emergencia toda la provincia. Una medida que se discutirá mañana a través del Consejo Regional.
Por último, Cornejo expresó su preocupación por la situación de un hombre desaparecido como consecuencia de los deslizamientos que arrasaron su vivienda. Subrayando la urgencia de actuar con prontitud para atender a todas las personas afectadas por esta tragedia.