La lavandería del Hospital Regional Honorio Delgado, en Arequipa, atraviesa una situación crítica que afecta directamente el tratamiento de la ropa hospitalaria. Durante una supervisión reciente, se constató que solo tres de las seis lavanderías instaladas en agosto continúan funcionando, a pesar de los constantes pedidos de atención realizados por el responsable del área, quien ha enviado 26 informes a sus superiores sin obtener respuesta.
El panorama en la zona de planchado tampoco es alentador. De las cinco máquinas previstas para esa labor, solo una sigue operativa. A ello se suma que una calandra reparada para emergencias fue retirada sin explicación, lo que ha reducido aún más la capacidad del servicio y ha generado retrasos en el procesamiento de ropa que llega con alta carga bacteriológica.
Las condiciones del ambiente agravan aún más el problema. Parte de la lavandería permanece inundada desde marzo, cuando se retiraron las lavadoras antiguas y se improvisó un espacio temporal que nunca fue corregido. Con equipos viejos y destapados, los trabajadores se ven obligados a colocar bolsas plásticas en los desagües para impedir que el agua retorne, ya que la zona no cuenta con una pendiente adecuada para drenar.
En este entorno trabajan 22 personas expuestas diariamente a humedad, filtraciones y riesgos eléctricos. Uno de ellos expresó su preocupación por la posibilidad de contraer neumonía y recordó que deben manipular ropa con enfermedades críticas sin contar con un ambiente seguro. Mientras tanto, la presidenta de la Comisión de Salud del Consejo Regional continúa con acciones de fiscalización para impulsar una solución a esta crisis que exige atención inmediata.
