Hoy, 13 de noviembre, Arequipa vivió el primer día de un paro nacional que congregó a sindicatos, gremios y ciudadanos en el centro de la ciudad, exigiendo al Gobierno de Dina Boluarte una respuesta urgente frente a la creciente inseguridad, extorsión y sicariato que azotan la región. La Federación Departamental de Trabajadores de Arequipa (FDTA) fue una de las primeras organizaciones en movilizarse, partiendo desde su sede para unirse al Sindicato de Trabajadores de Cerro Colorado. A medida que avanzaba la movilización, se sumaron más colectivos, incluyendo asociaciones de comerciantes del Cercado y el Mercado San Camilo, quienes expresaron su apoyo a las demandas de los manifestantes.
El secretario general de la FDTA, Elmer Arenas, fue uno de los voceros de la marcha, y dejó claro el propósito de la movilización. «Tenemos un solo objetivo: defender la vida y exigir que se acabe el sicariato y las extorsiones. Además, pedimos la derogación de la ley 32108, que favorece a las bandas criminales. No queremos que Arequipa se convierta en lo que estamos viendo en el norte del país o en Lima, por eso estamos aquí, en las calles», declaró Arenas, subrayando la preocupación de la población ante la creciente ola de violencia.
El paro también contó con el apoyo del Sindicato Unitario de Trabajadores de Educación del Perú (SUTEP), cuyos miembros se reunieron en la Plaza España antes de movilizarse por las principales arterias de la ciudad. Un representante del SUTEP señaló que todos los colegios públicos se habían sumado a la suspensión de clases, dispuesta por la Gerencia de Educación. «Esperamos una respuesta oportuna del Gobierno para frenar esta inseguridad. Hoy estamos con el paro, pero evaluaremos si mañana continuamos con las movilizaciones», comentó Hammer Villena, secretario del SUTEP.
Bloqueo en Puente Añashuaico
En el cono norte de Arequipa, las protestas tomaron un giro diferente, con bloqueos en el puente Añashuaico por parte de autoconvocados y el Frente de Defensa y Desarrollo del Cono Norte (FREDICON). Felipe Domínguez, presidente de FREDICON, explicó que la organización se unió al paro nacional de transportistas y exigió medidas concretas del Gobierno. «Muchos comerciantes aquí han dejado de serlo debido a los abusos del ‘gota a gota’. No vamos a bajar al centro, nos quedamos aquí en el cono norte hasta que haya respuestas», aseguró.
Heridos
A lo largo de la tarde, el Sindicato de Trabajadores de Construcción Civil también participó en las movilizaciones, partiendo del óvalo Avelino hasta la Av. Juan de la Torre. Sin embargo, la marcha terminó en un enfrentamiento con la Policía, que utilizó perdigones y bombas lacrimógenas contra los manifestantes. Aproximadamente seis trabajadores resultaron heridos, algunos con disparos en las piernas y cerca del oído. Alfredo Puño, uno de los dirigentes del sindicato, denunció la represión. «Llegamos de manera pacífica, pero la policía empezó a disparar. Había niños y madres. Nosotros no provocamos nada», afirmó, rechazando además la intervención de la Cruz Roja y los Bomberos, a quienes impidieron trasladar a los heridos a hospitales públicos. En su lugar, los manifestantes decidieron llevarlos a una clínica privada para recibir atención médica.