Recientemente, en el distrito de José Luis Bustamante y Rivero, Arequipa, un contenedor de basura escondía tres crías de ardillas de nuca blanca (Sciurus stramineus) que fueron rescatadas. Una residente del sector Simón Bolívar escuchó un ruido inusual y, al investigar, encontró una caja de cartón con los pequeños roedores en su interior. De inmediato, la ciudadana notificó al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI) a través del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR).
El equipo de control del SERFOR acudió rápidamente al lugar y se encargó del rescate de las crías. Los rescatistas encontraron a los animales, que incluyen dos hembras y un macho de aproximadamente cuatro semanas, en un estado preocupante. Estaban deshidratados y dos de ellos aún no habían abierto los ojos. Actualmente, las crías se encuentran bajo atención médica veterinaria especializada para asegurar su recuperación.
Luis Felipe Gonzáles, Administrador Técnico de SERFOR en Arequipa, comentó que la presencia de estas ardillas en la región es alarmante. “Las ardillas no son parte de este ecosistema local y su introducción podría tener consecuencias negativas para las especies nativas. Este caso sugiere un posible comercio ilegal de fauna silvestre”, advirtió Gonzáles. Este es el segundo incidente de este tipo que SERFOR enfrenta en Arequipa, y se espera que sea una situación aislada para evitar un desequilibrio en el ecosistema local.
Ley forestal y fauna silvestre
La Ley N° 29763, conocida como la Ley Forestal y de Fauna Silvestre, prohíbe la adquisición, comercialización, exportación y tenencia de fauna silvestre sin autorización. Los responsables del tráfico ilegal de estos animales enfrentan sanciones severas conforme a las normativas establecidas por SERFOR. Es importante recordar que en Perú existen alrededor de 10 especies de ardillas arborícolas, la mayoría distribuidas en la Amazonía, mientras que la ardilla de nuca blanca es nativa de los bosques secos del noroeste del país. Además, las ardillas pueden ser portadoras de parásitos y enfermedades, incluyendo la rabia, lo que subraya la importancia de evitar su comercio y manejo no regulado.