Trabajadora evita tragedia en el puente Grau

Una acción valiente y solidaria resalta la importancia de la salud mental y el apoyo comunitario en momentos de crisis.

Rosa Ñahui, una trabajadora de 59 años del área de Parques y Jardines de la Municipalidad Provincial de Arequipa, se convirtió en heroína al evitar que un joven de 28 años se lanzara desde el puente Grau el 9 de enero de 2025. Este acto de valentía se suma al heroico gesto de su compañera Carmen Mamani, quien también evitó una tragedia en el mismo lugar el 29 de noviembre de 2024.

El suceso ocurrió alrededor de las 5:00 am, cuando Rosa, en su camino al trabajo, observó a un joven en actitud preocupante cerca del borde del puente. “Vi a un joven que estaba haciendo el ademán de querer lanzarse al río. Me acerqué a él y le pregunté qué estaba pasando”, explicó Rosa. Durante la conversación, el joven confesó sentirse solo y desamparado, lo que lo llevó a pensar en tomar una drástica decisión. Rosa, con su calidez y empatía, le habló sobre las consecuencias de su acto y logró que desistiera de su intento.

Rosa no solo escuchó al joven, sino que lo animó a buscar ayuda y lo motivó a pensar en las personas que lo querían. “Le dije que si se suicidaba, yo me pondría triste y los que lo querían también lo estarían. ¿Quieres que se pongan tristes?”, recordó la trabajadora. Después de esa conversación, Rosa pidió la ayuda de Serenazgo para que el joven recibiera la atención necesaria.

El joven, según relató Rosa, le contó que se había escapado de su casa, donde sentía que lo forzaban a seguir estrictas. Con esta información, Rosa comprendió que la situación era aún más compleja, y fue fundamental su intervención para evitar una tragedia. “Tenemos que estar unidos y ayudarnos mutuamente. Yo también tengo hijas y nietos, y sé que en algún momento la sociedad también le devolverá la ayuda”, destacó Rosa.

Carmen Mamani

Este incidente no es aislado, pues en noviembre del año anterior, Carmen Mamani, también trabajadora de la Municipalidad, evitó una situación similar en el mismo puente, demostrando la importancia de la acción comunitaria y el apoyo emocional. Rosa destacó que es vital no pasar por alto la salud mental de los jóvenes, especialmente en una sociedad que a veces puede ser indiferente. “En ese momento tenía miedo lo que iba pasar, me temblaba las piernas, pero siempre debemos estar dispuestos a servir y ayudar a quienes lo necesiten”, concluyó haciendo un llamado a los padres de familia para que conversen con sus hijos.