El alcalde de la provincia de Islay, Richard Ale Cruz, manifestó públicamente su respaldo a la paralización indefinida que diversas organizaciones sociales vienen realizando en oposición al proyecto minero Tía María. Según indicó, las protestas están ganando fuerza en distintos puntos del valle de Tambo, con marchas, concentraciones y bloqueos de vías en señal de rechazo a la posible ejecución del proyecto extractivo en la región.
El alcalde señaló que apoya a los dirigentes locales en su derecho a protestar y visibilizar su desacuerdo frente a decisiones gubernamentales que “podrían afectar el entorno y los recursos naturales de la provincia”. Además, brindó respaldo a las organizaciones sociales que lideran la movilización e insistió en que las autoridades deben escuchar a la población antes de tomar decisiones de alto impacto.
Una de las principales preocupaciones expresadas por Ale Cruz se centra en el riesgo que, según la población, el proyecto minero representaría para el medio ambiente y, especialmente, para el uso del agua de la cuenca en la zona agrícola. Además señaló que el Gobierno no ha dado respuestas claras sobre cómo se garantizaría la protección de este recurso vital, lo cual incrementa el malestar entre los habitantes del valle.
Investigación a dirigentes
También criticó la actuación de las autoridades por las recientes investigaciones contra dirigentes sociales del valle, incluido Miguel Mesa, quien Seguridad del Estado habría citado. En contraste, criticó duramente lo que considera un trato desigual frente a otros conflictos sociales, como el ocurrido en Moquegua, donde, según dijo que, se produjeron acciones similares sin consecuencias legales.
“El año pasado cuando Moquegua los manifestantes soldaron una tranquera metálica en la entrada del puente Montalvo y obstruyeron otras carreteras con piedras, hoy no hay ni un detenido no lo llaman a nadie esta es una “sinvergüencería” es una gran corrupción y con todos” agregó.
